Duran hasta 11 veces más en cámaras digitales, lo que significa 11
veces menos desechos. Pesan 1/3 menos que las pilas alcalinas estándar.
Funcionan en temperaturas extremas de -40 a 60 °C. Mantienen la carga durante 20
años cuando no están en uso. Tienen una estructura resistente a las
fugas.